Nuestra celebración de Navidad ha sido excelente y estoy agradecido con muchas personas. Nuestro “equipo de iluminación” y los voluntarios se superaron con un belén de tamaño natural y muchas otras decoraciones, que nos ayudaron a regocijarnos con el Rey recién nacido. Nuestros ministerios de música – el coro de niños de la escuela de San Judas, el coro de niñas y adultos en español, el equipo de música parroquial y el coro Filipino – han hecho un trabajo sobresaliente en varias ocasiones. El personal de la parroquia ha trabajado duro entre bastidores antes de Navidad con paciencia y amor. La fiesta de Navidad para el personal de la oficina y de la escuela también fue fabulosa. Estoy agradecido con el Padre Kiko y el Padre Juan Pablo por su excelente y enérgico trabajo pastoral para la parroquia.
Hoy celebramos la Epifanía del Señor. Los alemanes tienen una antigua práctica de purificar el hogar el día 12 de Navidad, la víspera de la Epifanía. Queman hierbas e inscriben las letras C+M+B (que representan los nombres legendarios de los Reyes Magos) sobre la entrada de la casa y el granero. También rezan pidiendo protección para el año entrante: «Gaspar, Melchor, Baltasar, protejannos también este año de los peligros del fuego y del agua».
Al hablar de los «peligros del fuego y del agua», pienso en la insondable situación de tantas personas, especialmente de quienes huyen de los conflictos que amenazan la vida en muchos países de África y arriesgan sus vidas para llegar a suelo europeo. Los Sirios luchan por adaptarse a la nueva situación, y los Norcoreanos, rehenes en su tierra, luchan cada día para encontrar lo necesario para vivir. La continua guerra en Ucrania hace miserable la vida de tantas personas. En medio del grave problema de la desnutrición y la pobreza, el aumento de la presencia militar en muchos países es, por decir lo menos, preocupante. A la luz de esta miseria y estos conflictos evitables, esta oración de los Magos adquiere una mayor intensidad para nosotros.
Las palabras de Isaías nos indican el significado de la Epifanía (Is 60, 1-2.6): «Levántate, resplandece; porque ha llegado tu luz, y la gloria del Señor ha amanecido sobre ti. Porque tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos; pero sobre ti amanecerá el Señor, y sobre ti aparecerá su gloria. Andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu aurora”.
En el evangelio de San Mateo, las acciones de los Magos son cuidadosas para salvar vidas inocentes y políticamente subversivas, ya que Herodes estaba alineado con Roma. Herodes, el poderoso déspota medio judío, oprimía a su pueblo con impuestos para financiar sus grandiosos proyectos de construcción mientras servía a los intereses de Roma en la Palestina colonial. Herodes “instituyó lo que hoy se llamaría un estado policial, completo con juramentos de lealtad, vigilancia, informantes, policía secreta, encarcelamiento, tortura y represalias crueles contra cualquier disidente serio.
Mateo 2 cobra vida vívidamente en el contexto de la explotación y la tiranía herodianas” (Horsley, The Liberation of Christmas, 1989).
La historia de la Epifanía tiene un mensaje poderoso en esta época de violencia, guerras, terrorismo, crisis de refugiados y hambruna en muchas partes del mundo. El respeto por los derechos humanos otorgados por Dios es la base de la paz. Todo abuso y explotación de los derechos humanos y degradación de la dignidad humana debe ser prohibido y erradicado. ¡Que los Reyes Magos protejan a toda la humanidad de los peligros del fuego y del agua este año! ¡Que la gloria del Mesías brille en cada corazón y en cada lugar!
Padre Paul D. Lee